La aerolínea alemana Lufthansa quedó ayer completamente paralizada por durante el segundo día de huelga de pilotos, que defienden su actual sistema de prejubilaciones y se resisten a la creación de una nueva subsidiaria de bajo coste.
La medida de fuerza iniciada el lunes en los vuelos domésticos y europeos se extendió ayer a los trayectos de larga distancia e intercontinentales. La sección de cargas Lufthansa Cargo suspendió también los vuelos que tenía ayer programados.
El paro, que ha finalizado hoy a las 3 horas, ha obligado a cancelar casi 1.400 vuelos y a dejar en tierra a unos 150.000 pasajeros, según cálculos de la compañía aérea.
La medida no afectó las actividades de las subsidiarias Germanwings ni de las demás empresas que conforman el grupo Lufthansa, Swiss, AUA y Brussels Airlines.