Las informaciones que surgen entorno a la súbita interrupción ayer del vuelo MH17 de Malaysia Airlines, cuando sobrevolaba la conflictiva región ucreaniana de Donetsk, apuntan que fue abatido por un misil. El accidente ha causado 298 muertos, de los que 154 son holandeses. El avión había despegado de Amsterdam y se dirigía a Kuala Lumpur.
Al parecer el misil sería uno del modelo Buck, pero lo que no está claro es quién lo disparó, si fue el ejército de Ucrania o bien las milicias separatistas prorrusas.
Esclarecer las circunstancias del accidente y determinar quién disparó el misil serán el objetivo de la investigación. Los líderes políticos que se han manifestado han reclamado que se realice una investigación internacional con la máxima rapidez y el presidente de EEUU Barack Obama ha pedido al primer ministro de Ucrania, Petro Porochenko, que asegure el mantenimiento de los restos del avión en la zona hasta que lleguen los investigadores y «estén en condiciones de examinar todos los aspectos de esta tragedia».
Petro Porochenko ha descartado que la autoría del disparo del misil tierra-aire haya partido del ejército, pues ha argumentado que no tiene necesidad de este tipo de arma ya que los «terroristas» (los rebeldes prorrusos), no tienen aviones a los que atacar. En cambio, varias aeronaves ucranianas sí han sido abatidas por los rebeldes. Y estos niegan disponer de un armamento tan sofisticado como una batería de misiles antiaéreos Buck, de fabricación rusa.
En este sentido, el diario Le Monde reproduce en su información de hoy un Tweet de una cuenta de los separatistas prorrusos del pasado 29 de junio en la que se informaba que se habían apoderado de una batería de misiles de una base militar en la region de Donetsk. Una de las hipótesis que se barajan es que los prorrusos habrían confundido el avión de Malaysia Airlines con uno de transporte del ejército de Ucrania.
Una de las consecuencias del siniestro es que Eurocontrol ha pedido que no se sobrevuele el espacio aéreo de Ucrania.