Según aseguró a la agencia de noticias Reuters un miembro del equipo investigador egipcio, sus colegas estarían “90 por ciento seguros” de que el ruido que se escucha en el segundo final de la grabación de la caja negra del avión ruso siniestrado la semana pasada sobre la península del Sinaí fue una explosión causada por una bomba.
«Estamos 90 por ciento seguros de que fue una bomba», dijo la fuente, que interrogada sobre el diez por ciento restante, respondió: «no puedo discutir eso aún».
Berlín, Londres y Washington apuntan a hipótesis similares
También el Gobierno federal alemán parte del supuesto de que la organización terrorista Estado Islámico estaría detrás del siniestro, aseguró este domingo (8.11.2015) el diario germano Frankfurter Allgemeiner Sonntagszeitung (FAS). Todas las informaciones disponiblesapuntan a ello, según cita el FAS a un alto funcionario de seguridad no identificado.
La repentina pérdida de altura de la aeronave, sin que la grabación de cabina haya registrado hasta ese momento irregularidad alguna, hace «muy plausible» la versión de un atentado con bomba, afirma el funcionario. Valoraciones similares llegaron la pasada semana desde Londres y Washington.
Militantes de la organización terrorista Estado Islámico, enfrentados a las fuerzas de seguridad egipcias en la península del Sinaí se atribuyeron desde el principio el derribo del Airbus A321 ruso, que se desintegró cuando volaba a unos 9.000 metros de altura 23 minutos después de despeguar del balneario Sharm el Sheikj, con 224 pasajeros y tripulantes con destino a San Petersburgo, el pasado 31 de octubre. Pero las autoridades egipcias han insistido en no propagar conclusiones apresuradas antes de que se examinen todos los escenarios posibles.
Mientras tanto, y desde que Rusia suspendió sus vuelos regulares a Egipto unos 11.000 de los 80.000 turistas rusos que habían quedado varados en Egipto, han salido ya del país, en vuelos de una sola dirección y con el equipaje de mano ya que las maletas se transportan en aviones de carga.