El astronauta Pedro Duque clausuró ayer el I Curso de Periodismo Aeronáutico que se ha impartido durante las últimas tres jornadas en el campus de Vicálvaro de la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid), enmarcado en los cursos de verano que la universidad ofrece a sus estudiantes.
El curso ha estado patrocinado por el sindicato de pilotos SEPLA y el sindicato de controladores, USCA, a cargo de quienes ha corrido la mayor parte de las exposiciones. El curso cuenta con la colaboración de APROCTA, la Asociación Profesional de Controladores de Tránsito Aéreo y de la Agencia Espacial Europea.
Duque resaltó la necesidad de que haya una prensa especializada en aeronáutica, dadas las “lagunas” con las que él ha detectado que se aborda la información aeroespacial en la prensa. La intervención del astronauta fue el colofón a tres jornadas de curso que se han dividido en dos bloques: dos exposiciones teóricas por la mañana y una mesa redonda por la tarde.
El lunes, el Presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, se encargó de la apertura del curso. En su discurso, González destacó la importancia de la aviación para España, al ser el medio de transporte que más del 80 por ciento de los turistas eligen para entrar en nuestro país, por lo que «el turismo es una pata esencial para la economía de nuestro país».
A continuación, las ponencias de Javier Martínez de Velasco y Miguel Ángel Serra, presidentes de SEPLA y USCA, se centraron en explicar los pormenores más destacados de sus respectivas profesiones. Por su parte, Antonio Rubio, director académico del curso, hizo un repaso en la segunda ponencia a la historia del periodismo aeronáutico a través de tres de sus máximos exponentes: Antoine de Saint-Exupéry, Manuel Chaves Nogales y Luis de Oteyza.
Por último, la mesa redonda giró en torno al futuro del periodismo aeronáutico, y en ella participaron varios destacados periodistas aeronáuticos de nuestro país quienes criticaron pincipalmente la «opacidad y oscurantismo» de la Administración a la hora de informar a los periodistas. También se debatió sobre la ética a la hora de publicar o no las filtraciones de material especialmente sensible, como pueden ser las catástrofes aéreas o ferroviarias.
Aerolíneas y espacio aéreo
El martes, la primera ponencia sobre los servicios de tránsito aéreo corrió a cargo de Jesús Pedraz, de la asociación profesional de controladores, APROCTA, quien explicó el sistema de las torres y centros de control para mantener en orden el tráfico aéreo con seguridad.
Le siguió Álvaro Gammicchia, Secretario de SEPLA, que se centró en explicar los diferentes modelos de negocio de la aviación comercial, desde las compañías tradicionales (las de red) hasta las aerolíneas low cost (de punto a punto), pasando por las compañías chárter o las regionales. También advirtió de la emergente entrada de las compañías del Golfo con sus nuevos modelos de negocio y su repercusión en Europa.
Gammicchia apuesta por una industria competitiva y por el libre mercado «pero todos bajo las mismas reglas de juego». Además ha recordado que este viernes la asociación europea de pilotos (ECA), del que ocupa el cargo de Director técnico, ha convocado una rueda de prensa en Bruselas donde se analizará el fenómeno de las «flags of convinience», fenómeno que destruyó la inustria marítima y ha vuelto a surgir ahora en la aviación.
Por la tarde, se sentaron en la mesa redonda los Directores de Comunicación de las tres aerolíneas españolas más importantes: Juan Cierco por parte de Iberia, Julio Fernández por parte de Air Europa y Ana Fernández por parte de Vueling. Todos ellos analizaron la importancia de las redes sociales y las nuevas tecnologías en la comunicación corporativa de las empresas y la relación que se mantiene con los periodistas. También señalaron la necesidad de mantener una buena y fluida comunicación interna con sus empleados para obtener una buena comunicación externa.
«A veces no puedes decir toda la verdad, pero si mientes a un periodista pierdes toda la credibilidad y la confianza» confiesa uno de los DIRCOM. Se hizo especial mención a la profesionalidad de un departamento de comunicación frente a situaciones de crisis como en el caso del accidente de Spanair que «se gestionó muy mal y fue un caos por todas partes porque la situación les desbordó».
Cómo se construye la seguridad aérea
El último día de clases teóricas se ha centrado en los sistemas de gestión de la seguridad tanto en el control aéreo como en la cabina de un avión. Tanto David Guillamón, Secretario de Comunicación de USCA, como Agustín Guzmán, del departamento técnico de SEPLA, han explicado las bases para mantener la seguridad aérea día a día, consistentes principalmente en la participación de los profesionales en la detección de anomalías y la propuesta de soluciones desde un punto de vista proactivo y predictivo.
Ya por la tarde, la mesa redonda sobre “seguridad y comunicación de crisis” reunió en la universidad a destacados miembros de la sociedad civil aeronáutica, como Juan Carlos Lozano, piloto investigador de accidentes, David Guillamón, secretario de comunicación de USCA, Marta Lestau, Directora de Seguridad de Aeronaves de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, Pilar Vera, presidenta de la Asociación de Afectados por el Vuelo JK5022 y Marisa Recuero, periodista de El Mundo con una amplia experiencia en el sector y que ha cubierto, entre otras, la catástrofe aérea de 2008.
En la mesa redonda se analizaron los eslabones que componen la cadena de seguridad aérea, enfatizando el hecho de que los accidentes aéreos sólo ocurren cuando varios de esos eslabones fallan de manera simultánea, siendo los pilotos los últimos que pueden evitar la catástrofe y los más proclives para ser señalados como culpables del mismo.
Asimismo, se ha debatido sobre cuál es la cultura de seguridad existente en España, centrando gran parte del debate en el accidente de Spanair de 2008, del que se han analizado tanto las causas como la cobertura que de él hicieron los medios de comunicación, que a juicio de Pilar Vera actuaron como «buitres».
El curso continúa hoy con una jornada en el aeródromo de Ocaña, donde los alumnos disfrutan de un vuelo en un planeador, que aprovecha las corrientes térmicas para realizar un vuelo sin motor. La última jornada del curso se dedicará a visitar la torre y el centro de control de Barajas.