El aumento de las medidas de seguridad tras los atentados terroristas de Bruselas provocó ayer una situación de caos en el tráfico de vehículos cercano al principal aeropuerto de la capital belga.
En las carreteras de acceso al lugar se formaron hoy largas colas. Algunos viajeros se apearon de los medios de transporte en los que se trasladaban para poder llegar a tiempo a pie a sus vuelos. Los policías controlan ahora cada vehículo que quiere acceder al aeropuerto de Zaventem.
Tras los atentados del 22 de marzo, el aeropuerto permaneció cerrado durante dos semanas y desde hace una comenzó a recuperarse progresivamente el tráfico de pasajeros.