El avión British Aerospace Avro 146-RJ85, matrícula CP-2933, de la compañía boliviana LAMIA, se estrelló cuando se aproximaba ayer al aeropuerto de Medellín, en Colombia, entorno a las 22 hora local.
El avión había despegado del aeropuerto de Santa Cruz (Bolivia), en el que había hecho escala procedente de Brasil. En el avión viajaban 81personas, de las que 72 son pasajeros y nueve son tripulantes. Han fallecido 75 personas y hay seis supervivientes.
En el pasaje figuraba la totalidad del equipo de fútbol brasileño del Chapecoense, que se dirigía a Medellín para disputar mañana contra el Atlético Nacional el partido de ida de final de la Copa Sudamericana. Tres jugadores de fútbol han sobrevivido al impacto del avión contra el terreno, además de dos tripulantes y un periodistas.
Al parecer, una cadena de circunstancias adversas ha podido desembocar en la tragedia, que ha diezmado a un modesto equipo de fútbol de la Primera División de Brasil, a un grupo de periodistas y la mayor parte de la tripulación de una modesta compañía de vuelos chárter.
Sobre las causas del siniestro, recomendamos la lectura del artículo «La tremenda cadena de incomprensibles errores que condenó al Chapecoense», publicado por el diario La Vanguardia.
Localizadas las dos (2) «cajas negras » por personal seguridad aérea aerocivil pic.twitter.com/pq3boMpeFN
— Alfredo Bocanegra (@lfredobocanegra) 29 de noviembre de 2016
Según informa el diario El País, El Chapecoense tenía previsto viajar directo de Brasil a Medellín. Pero «la falta de un acuerdo de comercio aeronáutico impidió que la empresa boliviana Lamia llevara al equipo desde Sao Paulo hasta Medellín. Esta operación solo está permitida en Brasil para empresas brasileñas o colombianas. Por eso el equipo debió viajar de Sao Paulo a Santa Cruz (Bolivia), en un vuelo comercial de Boliviana de Aviación, lo que retrasó el chárter, que partió del aeropuerto de Viru Viru a Medellín».