El sector se ha afianzado con fuerza gracias a su flexibilidad y también a su amplia oferta de juegos
Los casinos online ya suponen una competencia férrea a sus homólogos físicos. Su evolución es total y los motivos que justifican su éxito, múltiples, y aunque no ofrecen la atmósfera de un casino tradicional -actualmente ya solo existen unos cincuenta locales de esa índole en el territorio español-, sí que brindan puntos fuertes que superan, con creces, las limitaciones de los casinos tangibles.
El principal valor añadido es que resulta un espacio práctico. Así pues, en lugares como Casino777 el usuario podrá gozar de sus juegos favoritos a golpe de clic y desde el sofá. Con solo un dispositivo electrónico y conexión a Internet, el jugador tendrá la oportunidad de vivir el ambiente del casino en primera persona, gracias a la existencia de cámaras en tiempo real que no solo permiten al cliente seguir la bola de la ruleta o las cartas del blackjack, sino que también le ofrecen la posibilidad de actuar e incluso chatear con un crupier de carne y hueso o con los otros jugadores de la mesa.
Otro punto a favor es la flexibilidad. En este sentido, los casinos y las casas de apuestas online ofrecen la posibilidad al usuario de jugar a cualquier hora y durante el tiempo que el cliente desee. Que estos espacios no cierren jamás, cosa que sí pasa con los casinos convencionales y sus horarios específicos, abre un abanico de opciones muy amplio para los internautas, que pueden encontrar el mejor momento para dedicar al ocio de jugar online.
Además, los espacios digitales amplían sobremanera la oferta de juego y apuestas en comparación a los casinos de toda la vida, que por razones físicas tienen limitaciones de espacio. En los casinos virtuales la sala de juegos es infinita, sobretodo en las plataformas donde se accede a través del ordenador, unas webs con todas las vertientes del póquer, de la ruleta o de las conocidas tragaperras.
Finalmente, otra clave que justifica el apogeo del sector es la seguridad y confidencialidad que ofrecen. Desde siempre es sabido que el juego es una actividad personal e íntima, dado que muchos usuarios prefieren no ser vistos frecuentando los casinos. Esto, en un espacio físico, es difícil de disimular, pero a través de la red los clientes pueden pasar desapercibidas de manera absoluta.