Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea, el gestor de la aviación civil en España, AENA, debutó ayer en la Bolsa de Madrid con una subida del 20,7% respecto al precio de salida de sus acciones, que superaron los 69 euros.
La operación responde a la privatización parcial aprobada recientemente por el gobierno de Mariano Rajoy. El Estado español, que conserva el 51% de la compañía, prevé ingresar con ella 4.263 millones de euros.
La empresa fijó el martes el precio de salida de las acciones de AENA en 58 euros, lo que suponía valorar la compañía en 8.700 millones de euros. Pocas horas después de su debut, el valor alcanzaba hoy los 10.500 millones. «Lo que era un sueño, hoy es realidad», dijo el presidente de AENA, José Manuel Vargas, quien destacó que el proceso de salida a Bolsa de la compañía fue «un proceso largo, complejo, difícil y exitoso».
El despegue de las acciones
La alta demanda hizo que hace unos días el precio de salida a Bolsa de AENA fuera revisado al alza, lo que dejó fuera a los accionistas de referencia seleccionados en octubre: la Corporación Financiera Alba (familia March), la empresa de infraestructuras española Ferrovial y el fondo británico The Children Investment Fund (TCI).
Según informó AENA el martes, los consejeros designados por estos inversores presentarán su dimisión, excepto el representante del TCI, que adquirió una participación significativa adjudicada en el tramo de inversores cualificados.
Un aterrizaje complicado
La situación del gestor público aeroportuario fue complicada en los últimos tiempos. En 2013 salió de números rojos, con unas ganancias de 715 millones de euros, tras haber perdido 69 millones un año antes. La privatización parcial del ente estaba encima de la mesa desde el año 2010, cuando gobernaba el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Es la mayor privatización en España desde 1997 y, midiéndola según el llamado «greenshoe», la mayor salida a bolsa en toda la historia del país. AENA opera 46 terminales españolas y tiene además participación en aeropuertos en México, Colombia y en el de Luton, en Londres.
En el exterior de la Bolsa de Madrid, medio centenar de personas convocadas por el sindicato mayoritario del Aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid-Barajas, CGT, protestó con pancartas contra la operación. En ellas se leía, por ejemplo: «La seguridad no es un negocio» o «La privatización de Aena es la última estafa de esta crisis».