El Aeropuerto de Córdoba atendió durante el año pasado 624 vuelos hospital, que posibilitaron el desplazamiento de 2.173 usuarios, entre enfermos y equipos médicos destinados a cubrir diferentes emergencias sanitarias.
En comparación con el año anterior, el número de operaciones aumentó más de un 58%, mientras que el de pasajeros lo hizo un 9,6%. Cerca de un centenar (93) de esos movimientos estuvieron relacionados con el traslado de órganos y de personal sanitario requeridos en
intervenciones para trasplantes, cuya operativa se coordinó con la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).
La mayoría de las conexiones registradas durante 2014 operaron con ciudades españolas (Barcelona, Madrid, Málaga, Sevilla, A Coruña, Alicante, Girona, Santander, Tenerife, La Palma, Palma de Mallorca), aunque también hubo actividad con Lisboa, Évora, Faro o Dortmund.
Más del 42% de los 624 vuelos hospital atendidos se produjeron fuera del horario operativo del aeropuerto. En estos casos, se activó el procedimiento especial establecido para dar servicio a aquellas emergencias que se originan cuando las instalaciones están cerradas.
Esta circunstancia pone de relieve el compromiso de Aena con la atención a estos vuelos, disponiendo los recursos necesarios para que sean factibles, y asumiendo la enorme importancia que tienen los tiempos en este tipo de operaciones (el avión es el medio más rápido para el traslado de órganos, enfermos y equipos médicos).
Procedimiento fuera del horario operativo
Cada día, hay cuatro empleados de guardia localizados en el Aeropuerto de Córdoba, de manera que cuando se recibe el aviso de un vuelo ambulancia fuera de horario operativo, queda garantizada su asistencia.
Así, en el momento en que entra la llamada (hay un teléfono disponible 24 horas), se contacta con todas estas personas y la incorporación a sus puestos se hace efectiva en un intervalo de entre 30 y 45 minutos. Se requieren dos bomberos, un técnico de mantenimiento aeroportuario y un técnico o coordinador de operaciones aeroportuarias.
Una vez en el aeródromo activan las instalaciones y equipos necesarios para atender el vuelo, revisan la pista y la plataforma, y lo declaran operativo. Tras prestar servicio al vuelo, al personal médico y a la ambulancia, se vuelve a cerrar el aeropuerto.