Un Curso de Verano de la UPM analiza la situación de las líneas aéreas en España con la participación de los principales actores implicados. Entrevistamos al director del curso, Arturo Benito, quién apunta a la necesaria coordinación con otros medios de transporte como eje de la racionalización aeroportuaria.
Los días 13 y 14 de julio, las aulas del centro de congresos y convenciones del Parador de Turismo de La Granja de San Ildefonso (Segovia) se convierten en lugar de encuentro de los actores del sector del transporte aéreo: compañías, aeropuertos y autoridades. Será en el curso “Situación y perspectivas de las líneas aéreas en España” y con el objetivo de ofrecer una visión general de las compañías aéreas desde el punto de vista de cada uno de ellos.
El transporte aéreo es, sin duda, uno de los sectores que más ha evolucionado, con numerosos cambios tanto tecnológicos como de negocio. En los últimos años y tras la liberalización del sector que se produjo en los 90, ha vivido tanto momentos exitosos, pasando de ser un modo de desplazamiento para una minoría a un medio de transporte generalizado como otros más difíciles, pues ha sido duramente golpeado por la crisis económica.
Caracterizado por ser un sistema de gran complejidad, tecnológicamente avanzado, y con una gran competitividad en la captación de clientes, se configura además como un sector clave y estratégico para la economía española. Por ello, este Curso de Verano de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) permitirá comprender su evolución, estudiar los diferentes modelos de negocio de las compañías aéreas españolas y determinar el futuro del sector y las consecuencias para el usuario.
La conferencia inaugural, titulada “El valor estratégico del mercado del transporte aéreo para España: perspectivas y retos del regulador”, corre a cargo de Raúl Medina, recientemente nombrado Director General de Aviación Civil. Asimismo, darán su visión la Asociación de Compañías Españolas de Transporte Aéreo (ACETA) y la delegación española de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
Para completar el programa habrá dos debates, un entre representantes de AENA, la DGAC e IATA y otro, entre Iberia, Easyjet y Air Europa, ejemplificando los distintos modelos de negocio (operadores punto a punto frente a operadores en red).
Este curso está dirigido por Arturo Benito, profesor de la ETSI Aeronáutica y del Espacio y experto en transporte aéreo. Además de la docencia y el asesoramiento en la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), tareas a las que se dedica actualmente, ha trabajado para CASA (hoy Airbus Group) e Iberia; en esta última, en las áreas de: ingeniería, planificación, desarrollo estratégico, relaciones internacionales, medio ambiente y planificación de flotas. En el marco de la temática del curso, cabe destacar que es autor de los libros “Descubrir las líneas aéreas” y “Los aeropuertos en el sistema de transporte”. En esta entrevista nos adelanta algunos de los aspectos que se tocarán en estos dos días en el campus académico en que se transforma el Real Sitio de San Ildefonso.
P. En España el transporte aéreo es un elemento vertebrador del territorio, ¿qué implica ello para este mercado?
R. Tiene repercusiones de varios tipos. Por una parte, la existencia de una red de aeropuertos que da cobertura a todo el territorio nacional y ofrece un alto nivel de servicios. En segundo lugar, una nutrida red de rutas con un fuerte nivel de competencia entre compañías aéreas. Finalmente, la decisión de la Administración central de declarar como rutas de interés general, en las que se establecen condiciones mínimas de servicio, algunas rutas insulares y con el norte de África.
P. ¿Cuáles son los actores implicados en la aviación comercial y cómo es la relación entre ellos?
R. Fabricantes de aeronaves, motores y equipos, con participación española en Airbus, ITP y varias empresas afines, compañías aéreas, con una veintena de empresas, proveedores de infraestructura, representados por Enaire y la administración pública. Dado que el transporte aéreo es un sector muy regulado, las relaciones son necesariamente muy estrechas.
P. Con el nacimiento de las compañías low cost parece haber llegado la democratización al uso del avión, ¿qué ha supuesto para el sector el uso generalizado del avión como medio de transporte?
R. No lo llamaría democratización, pero sí un aumento de la accesibilidad económica del modo aéreo. Anteriormente ya se había dado con los vuelos chárter, pero ahora se ha generalizado y ha hecho crecer las posibilidades de conexión a escala nacional e internacional.
P. Iberia es un referente español en aviación comercial, ¿cómo ha evolucionado para adaptarse a las nuevas circunstancias del negocio?
R. Iberia ha sufrido un gran cambio en los últimos cinco años, integrándose en un grupo multinacional (IAG), especializándose en un único hub (Madrid) y en vuelos desde ese punto a América, Europa y África, complementando sus servicios con la oferta de las otras empresas de IAG (British Airways y Vueling).
P. ¿Por qué la aviación comercial es uno de los sectores con más quejas y reclamaciones por parte de los usuarios? ¿Cómo afecta eso a la imagen que se tiene del sector?
R. No creo que sea una cuestión tan dramática. El número de quejas refleja un constante incremento en el número de usuarios y, al mismo tiempo, la existencia de unos canales adecuados para que el viajero presente sus reclamaciones. El transporte aéreo es un sector en el que los derechos del usuario están muy bien protegidos, tanto por normativa nacional, como internacional.
P. ¿Qué aspectos deben mejorarse para dar un mejor servicio?
R. Aunque la puntualidad, en general, ha mejorado, el transporte aéreo es muy sensible a alteraciones debidas a conflictos laborales y a problemas en el funcionamiento de las infraestructuras (Control del espacio Aéreo, por ejemplo). Una mejor coordinación entre los actores, con un seguimiento de cada vuelo “puerta a puerta” ayudaría a evitar disrupciones del servicio.
P. ¿Cuáles son las demandas más urgentes de los viajeros?
R. En una gran mayoría de los casos, mejores precios y una mayor claridad en la definición de las condiciones del pasaje que compran. En estos momentos, las peculiaridades de la oferta de cada compañía aérea pueden producir equívocos desagradables a los usuarios.
P. ¿Es el transporte aéreo un elemento estratégico para la economía española?
R. No cabe duda. Más de la mitad de nuestro turismo viene por vía aérea y el mantenimiento de nuestra posición estratégica cara al mercado latinoamericano depende en gran manera de nuestros servicios aéreos. Además, la experiencia obtenida en aeropuertos y servicios de navegación aérea permite que nuestras empresas figuren entre los líderes mundiales en esos campos.
P. ¿Cómo se encuentran las líneas aéreas españolas con respecto al mercado global?
R. En proceso de recuperación. La crisis económica ha sido muy dura para nuestras compañías, con un elevado censo de quiebras y desapariciones (Spanair, Futura, Air Madrid, etc.) producidas en gran parte por la caída de la demanda interna. Sin embargo, las perspectivas de este y los próximos años son buenas.
P. En los últimos tiempos siempre ha habido un tema controvertido en nuestro país, ¿tenemos más aeropuertos de los que necesitamos?
R. Es difícil contestar taxativamente a esa pregunta. Posiblemente tenemos algunos aeropuertos que ofrecen servicios de calidad muy superior a la demanda y, en algunas zonas, podría pensarse en una racionalización de la oferta de infraestructura aeroportuaria, pero podría pensarse que lo que se necesita es una mejor coordinación de modos de transporte. Por ejemplo, la conexión entre nuestra red aeroportuaria (de las mejores del mundo) y nuestros servicios de Tren de Alta Velocidad (la segunda red mundial en extensión) es francamente mejorable. No creo que pueda hacerse una racionalización aeroportuaria sin coordinación con los otros modos.
P. Se está trabajando hacia una aviación más ecológica, más puntual, más eficiente, ¿son metas alcanzables a corto plazo? ¿Cuáles son los retos futuros del sector?
R. La aviación comercial es un sector de rápido cambio tecnológico, pero la difusión de las nuevas tecnologías a lo largo y ancho de la red, lleva su tiempo. En los próximos años deberíamos ver un sistema único de Control de la Navegación aérea en Europa, que optimizara trayectorias y redujera aún más los retrasos, y también una reducción importante del impacto ambiental. El objetivo es conseguir que, a partir del año 2020, el crecimiento del transporte aéreo se produzca sin aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Todo ello sin aumento de costes para el usuario y continuando la tendencia descendente de la accidentalidad, que convierte al modo aéreo en el más seguro de los modos de transporte actuales.