En una carta dada a conocer este martes en Alemania, familiares de los fallecidos por la caída de avión de Germanwings califican como «insultante» la indemnización ofrecida. Reprochan a la línea aérea falta de sensibilidad.
Un grupo de familiares de las víctimas del avión de Germanwings que el copiloto Andreas Lubitz estrelló contra los Alpes mostró hoy su indignación ante el trato recibido por Lufthansa, matriz de dicha aerolínea, al tiempo que calificó de «insultante» la indemnización ofrecida.
La carta, difundida hoy por el popular diario «Bild» y dirigida al presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, contiene duras acusaciones de los familiares de los 16 escolares y dos maestras de la localidad de Haltern am See (oeste del país) que viajaban en el Airbus 320 que cubría la ruta de Barcelona a Düsseldorf.
Entre otros reproches, imputan a la aerolínea haberse preocupado «de sus clientes», pero no de las víctimas, y lamentan que ni siquiera pidieron perdón por el dolor causado a los familiares.
«El señor (Joachim) Gauck, la señora (Angela) Merkel y la señora (Hannelore) Kraft hablaron con nosotros. Usted no», se afirma en la carta, en alusión a las reacciones del presidente, la canciller y la primer ministro del «Land» de Renania del Norte-Westfalia tras la catástrofe, en la que murieron 150 personas.
Los familiares dicen haber echado de menos «un par de palabras, en conversación personal» con ellos y reprochan a Spohr no haber respondido a la invitación para que acudiera al entierro del grupo de Haltern, extremo éste que se ha desmentido desde Lufthansa, ya que, según su portavoz, no se le invitó personalmente.
La sombra de Lubitz
Desde el mismo diario «Bild», el portavoz de la aerolínea, Andreas Bartels, expresa su comprensión hacia la indignación de los afectados y descarta que vaya a haber una carta de respuesta de Spohr, al tiempo que recuerda que los abogados de Lufthansa están en contacto con los familiares de las víctimas.
En la carta, firmada por 32 allegados de las víctimas de Haltern, se califica de «insultante» la suma ofrecida como indemnización -25.000 por cada fallecido, más 10.000 a cada familiar directo- y se recuerda que la catástrofe la provocó un «empleado» de la compañía.
«Si un empleado de una empresa de construcción rompe una ventana de su casa, evidentemente tiene que responder la empresa por lo ocurrido. ¿Acaso no entiende Lufthansa que también tiene que responder por los daños de su empleado?», demandan los firmantes.
Según todos los indicios, Lubitz, de 27 años, estrelló deliberadamente el aparato contra los Alpes franceses el 24 de marzo.
El copiloto estaba ese día de baja médica, que no había comunicado a sus patronos, y de acuerdo con las investigaciones en curso había visitado a 41 médicos en cinco años por sucesivos transtornos, incluidas depresiones.
Inmediatamente después de la catástrofe, Germanwings acordó entregar hasta 50.000 euros a los familiares como ayuda urgente, a lo que siguió una oferta de 25.000 euros de indemnización por cada víctima y 10.000 para los familiares directos (padres, hijos o parejas).
Representantes legales de 36 familiares manifestaron este fin de semana su rechazo a la propuesta de la aerolínea, que calificaron de «indignante», y reclamaron una indemnización de 100.000 euros.
En el avión de Germanwings viajaban mayoritariamente pasajeros de nacionalidad alemana o española, entre otros con pasaporte de EEUU, Reino Unido, Israel y diversos países de América Latina.
Lufthansa ha explicado que las indemnizaciones a los familiares se ajustarán a la legislación de cada uno de los países de origen, por lo que el monto puede variar sustancialmente.