Ocho días tardó en llegar desde Francia, el primer vuelo de pasajeros de Air France a Santiago de Chile en aquel noviembre de 1936. Una prueba de la valentía de sus pilotos que se atrevieron a volar, haciendo 25 escalas, hasta cruzar la Cordillera de Los Andes junto a un grupo de afortunados viajeros.
A partir de entonces la línea aérea supera las crisis mundiales y consolida, en el año 1946, la Ruta París-Santiago con un vuelo semanal operado en un avión Douglas DC-4, y con más de 10 escalas.
De esta manera comienza una historia de paulatino crecimiento: en el número de frecuencias, que hoy llega a siete semanales; en la calidad del producto y variedad de aviones que han operado, entre los que se cuentan el Constellation, el Airbus A340 y los Boeing 707 y 747 hasta llegar en la actualidad al 777; en la cantidad de conexiones a través del HUB europeo más potente – el París Charles de Gaulle, y en variedad de destinos que hoy suman más de 310 en 115 países del mundo. Ello sin contar con la disminución del número de escalas, que llegó a ser 1 (Buenos Aires) para convertirse, desde el 2005 hasta la fecha, en un vuelo Non-Stop.
El Boeing 777-300ER, que reemplazó el pasado mes de septiembre al 777-200, está equipado con 381 asientos distribuidos en 42 Business, 24 en Premium Economy y 315 en Economy. “Este cambio implica un aumento de 10% en la capacidad de transporte, y con él esperamos continuar conectando a nuestros pasajeros con el mundo, tal como hicimos en ese primer vuelo que hoy cumple 8 décadas de existencia”, asegura Fabio Andaloro, Gerente General de Air France – KLM en Chile.
Así mismo, para responder a las expectativas de sus clientes chilenos, Air France ha asociado lo mejor del arte de vivir a la francesa, a un servicio adaptado a Latinoamérica: A bordo, los clientes pueden disfrutar de champaña y de una oferta gastronómica refinada en todas las clases de vuelo; pueden leer los diarios y revistas del día, ver las películas que están en cartelera subtituladas en su idioma o recibir apoyo de tripulantes de cabina que hablan español si lo requieren.
Y en tierra, de la mano con servicios personalizados como Sky Priority, los viajeros cuentan con un horario de salida de Santiago modificado, ajustado a sus necesidades, que privilegia la rapidez y simplicidad de la conexión en París, o que simplemente la da más tiempo para disfrutar su estadía en la Ciudad Luz.