El Sindicato Libre de Trabajadores Aéreos (SLTA), tras la noticia destapada ayer por la Plataforma Asociativa y Sindical de Bomberos Forestales (PASBF), denuncia el grave incidente ocurrido la semana pasada que afecta a la compañía Inaer y que atentaría contra los principios más básicos de la seguridad aérea y la legalidad.
El pasado 8 de julio, Inaer, empresa adjudicataria de parte de los helicópteros de lucha contra incendios forestales en Castilla-la Mancha, inició el servicio en la base de Alcoba (Ciudad Real) con un helicóptero AB-412. La aeronave, alquilada en Alemania, llegó -según dichas fuentes- configurada para transporte VIP, con asientos especiales y otros sistemas que incrementan considerablemente su peso e incensarios para las labores de extinción.
Esto, sumado al peso de los dos tripulantes y los siete miembros de las brigadas forestales, llevaba el helicóptero a superar los límites marcados por el fabricante. Se trata de un hecho no permitido por la normativa de seguridad y gravemente peligroso dado que al rebasar los límites no se garantiza el control de la aeronave y se pone en grave riesgo a todos sus ocupantes.
El incremento de peso, además, implica que se tiene que cargar mucho menos combustible y, en consecuencia, reducir la autonomía, pasando de las dos horas que exige el contrato a menos de hora y media.
Por otro lado, el helicóptero, alquilado en Alemania, llegó a su base el día 8 sin disponer de los permisos necesarios de la Agencia Española de Seguridad Aérea para operaciones contra incendios. Este documento no estuvo disponible hasta el día 9 al mediodía.
Toda esta información, conseguida a través de la PASBF, fue transmitida al GEACAM de Castilla-la Mancha, que solicitó de inmediato a otra empresa que se hiciera cargo de la base de Alcoba y dio por suspendido el contrato con Inaer.
A la vista de todos estos hechos, el SLTA quiere, en primer lugar, defender la profesionalidad y compromiso de los pilotos y trabajadores que forman la plantilla de Inaer. Una vez más, queda demostrado que la falta de profesionalidad y el ocultismo imperante en los puestos de responsabilidad de esta compañía que han llevado a la pérdida de un contrato y, más importante, una pérdida de confianza con los clientes que puede tener todavía peores repercusiones.
Hay responsables
El SLTA se pregunta: ¿cómo es posible que los responsables de dicha empresa autoricen la entrada en servicio de un helicóptero a sabiendas de que no dispone de la documentación legal necesaria para operar? ¿Cómo es posible que la compañía no controle los documentos de Peso y Centrado cuando es su responsabilidad? ¿Quién ha decidido engañar de esta manera al cliente y poner en riesgo a las 9 personas que estaban de servicio en este helicóptero?
La legislación es muy clara, tanto que en otros países los responsables, haciendo honor a su nombre, tienen que responder de sus actos. Hace tan sólo un mes, en Estados Unidos, un directivo fue condenado a 13 años de cárcel después de que un helicóptero de su empresa sufriera un accidente en el que murieron siete bomberos y dos pilotos. Durante el juicio se demostró que la empresa había presentado datos falsos acerca del peso y centrado, y la performance de la aeronave, y todo para ganar un concurso público, ¿les suena?
Trabajar en una empresa que es capaz de todo lo descrito anteriormente preocupa a los profesionales que día a día trabajan en ella. Este tipo de prácticas son inadmisibles y punibles.
¿Hasta cuándo las autoridades españolas van a permitir que las empresas adjudicatarias sigan primando, -de forma palmaria- el ahorro en costes frente a la seguridad?