Airbus Defence and Space ha realizado este mes una nueva campaña de vuelos de prueba del prototipo de kit de extinción de incendios, en el que viene trabajando desde hace tres años.

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Durante la campaña se realizaron en un campo de la provincia de Guadalajara 9 lanzamiento de retardante y en cada uno de ellos se arrojaron unas 20 toneladas de este este material. El A400M despegó de la base aérea de Torrejón de Ardoz. Estas pruebas sirvieron para crear líneas de alta concentración de 430 metros de longitud cada una.

El objetivo que se busca con estas pruebas es mejorar el rendimiento del kit y validar su eficacia para operaciones de extinción indirecta de incendios, ya que el retardante no se suele arrojar sobre el fuego, sino cerca del mismo para detener el avance de las llamas y confinar el incendio en una zona determinada.

El retardante es un polvo que puede contener átomos de elementos como el boro, aluminio, bromo, cloro, fósforo o nitrógeno que otorgan propiedades de resistencia al fuego. Los retardantes de fuego están disponibles en forma de polvo para mezclar con agua, espumas ignífugas y geles ignífugos, según se explica en Wikipedia.

En julio de 2002 Airbus informó de los primeros vuelos para probar el kit de carga y descarga diseñado para lanzar agua sobre los incendios, sin necesidad de modificar el avión. Las pruebas sirvieron para validar el tiempo que se tardaba en descargar 20 toneladas de líquido, unos 10 segundos.

Cuando se activa la descarga, el agua o el retardande se expulsa por gravedad a través de un tubo situado en la rampa del avión. La baja velocidad y altura a la que puede volar el A400M permite efectuar descargas con gran precisión ya que el avión puede hacer el lanzamiento desde una altura aproximada de solo 50 metros (150 pies).

Posteriormente, en diciembre de 2023, se divulgó una nueva información relacionada con otra campaña de vuelos de prueba. Si en la primera campaña las imágenes de las descargas eran de agua, en la segunda se utilizó retardante.

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Según las informaciones que han trascendido, la colocación del kit contra incendios en el avión requiere entre dos y tres horas de trabajo, mientras que la carga del depósito se completa en menos de 10 minutos. 

El cambio climático y los prolongados periodos de sequía están comportando que los incendios forestales sean cada vez más virulentos y que la cantidad de masa forestal que arde sea mayor, con lo cual se requieren medios aéreos que puedan arrojar un mayor volumen de agua o retardante en cada vuelo.

Con estos vuelos de pruebas, se consolida la aspiración de convertir cualquier A400M en un gran avión que en pocas horas puede estar en condiciones de combatir incendios de gran magnitud.