La OTAN precisó que la actividad de las fuerzas rusas se produjo el pasado martes y miércoles 28 y 29 de octubre, en el espacio aéreo sobre el mar Báltico, el mar del Norte, el océano Atlántico y el mar Negro.
Estos vuelos rusos «representan un nivel de actividad inusual sobre el espacio aéreo europeo», aseguró un portavoz de la OTAN en Bélgica. Los radares de la Alianza Atlántica habrían detectado hacia las tres de la mañana local de este miércoles ocho aviones militares rusos que sobrevolaban en formación el mar del Norte.
Un F-16 de las fuerzas aéreas de Noruega despegó inmediatamente, interceptó e identificó a los aparatos militares rusos, que incluían cuatro bombarderos Tu-95 y cuatro aviones tanque Il-78, que volaban sobre aguas noruegas en espacio aéreo internacional.
Seis de los aviones rusos giraron y tomaron rumbo a Rusia, mientras que dos continuaron con dirección suroeste en paralelo a la costa noruega, provocando el despegue de dos cazas Typhoon del Reino Unido.
Riesgo para la aviación civil
Al llegar al océano Atlántico al oeste de Portugal, los dos aviones rusos fueron interceptados e identificados por varios F-16 de las fuerzas aéreas portuguesas. Después de varias maniobras, los aviones parecen haber regresado a Rusia, pero se mantuvieron en la zona hasta las cuatro de la tarde hora local.
La OTAN destacó que los aviones rusos no habían registrado sus planes de vuelo ni habían mantenido contacto por radio con las autoridades civiles de control aéreo, lo que supone un «riesgo potencial» para la aviación civil y el tráfico aéreo.
En cuanto a los movimientos sobre el mar Negro, la OTAN afirmó que se detectaron cuatro aviones rusos, dos Tu-95 y dos jets Su-27, que sobrevolaban el espacio aéreo internacional y que fueron interceptados por las fuerzas aéreas turcas.