Los días 11 y 12 de marzo se llevó a cabo en el Aeródromo Militar de Santiago el ejercicio de defensa aérea ‘Red Eye’ en el que se han desplegado medios aéreos de combate y de apoyo al combate. En él, el Ejercito del Aire ha desplegado por primera vez a parte del personal y del material que integra su base aérea desplegable (DOB).
Este nuevo concepto de DOB dota al Ejército del Aire de la capacidad de aumentar los servicios de cualquier aeródromo nacional o extranjero e incluso constituir, desde cero, una base aérea completa para permitir la operación de aeronaves militares. De este modo, constituye un elemento esencial para la proyección rápida de fuerzas a cualquier lugar del mundo, ya sea en despliegues exclusivamente nacionales o integrados en fuerzas multinacionales.
Todos los módulos que integran la DOB están constituidos por un núcleo de personal y medios materiales de unidades del Ejército del Aire (Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aérea, Segundo Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aérea, Grupo Móvil de Control Aéreo, Unidad Médica Aérea de Apoyo al Despliegue, etc.), reforzados y complementados con personal procedente del resto del Ejército del Aire.
En esta ocasión se han desplegado los módulos de mando y control (Base Operations Centre – BOC), sanidad, defensa antiaérea, protección de la fuerza, servicio de pistas y comunicaciones.
Por parte del Ejército del Aire, participaron Eurofighters del Ala 14 de Albacete, F-18 del Ala 12 de Torrejón y del Ala 15 de Zaragoza y C-101 del Grupo de Escuelas de Matacán (GRUEMA) de Salamanca. También se han desplegado el Grupo Móvil de Control Aéreo (GRUMOCA) de Sevilla, el Escuadrón de Apoyo al despliegue Aéreo (EADA) de Zaragoza, el Segundo Escuadrón (SEADA) de Sevilla, la Maestranza Aérea de Madrid, la Unidad Médica de Apoyo al Despliegue de Madrid y medios de búsqueda y salvamento del SAR. Además participan medios y personal de varias unidades del Mando Aéreo General y del Mando del Apoyo Logístico.
Es de reseñar que el despliegue e instalación de todos los servicios se ha realizado en tan solo tres días, quedando tanto el BOC como el equipo de defensa antiaérea perfectamente integrados en el sistema de defensa aérea.
Esta es una prueba más del tradicional espíritu expedicionario del que ha hecho gala el Ejército del Aire en sus más de 75 años de historia.