El Parlamento alemán acordó ayer estrictos controles de drogas y alcohol para los pilotos, en respuesta a la tragedia aérea de Germanwings ocurrida hace un año. De acuerdo con la nueva ley, las compañías aéreas deberán analizar si un piloto durante su entrada en funciones se encuentra bajo la influencia de «medicamentos, alcohol u otras sustancias psicoactivas» en el caso de que exista una correspondiente sospecha.
Junto a ello, se llevarán a cabo controles aleatorios. Expertos de todo el mundo ven en la discusión sobre este tipo de controles un efecto positivo para la seguridad en el tráfico aéreo, informó el ministro de Transportes alemán, Alexander Dobrindt, durante el debate en el Bundestag (Cámara baja).
El vuelo de Germanwings 4U9525 se estrelló hace un año en los Alpes franceses cuando hacía la ruta Barcelona-Düsseldorf. Según el informe de la investigación, el copiloto alemán Andreas Lubitz, que sufría depresión, hizo estrellar intencionadamente la aeronave aprovechando un momento en que el piloto dejó la cabina para ir al baño.
Las 150 personas que se encontraban a bordo murieron. La mayoría eran españoles y alemanes. Entre las víctimas se encontraba un grupo de 16 estudiantes alemanes y dos profesoras que regresaban de un viaje de estudios.
Texto: www.dw.com