Boeing recibirá un contrato por valor de 4.200 millones de dólares de la NASA para construir y operar la próxima nave espacial tripulada de los Estados Unidos. Será la CST-100 (Crew Space Transportation -100), que Boeing está desarrollando como parte del programa de naves tripuladas comerciales de la NASA, con el objetivo de reanudar los vuelos al espacio desde Estados Unidos en 2017.
La CST-100 transportará hasta siete pasajeros o una combinación de tripulación y carga hasta la Estación Espacial Internacional u otros destinos en órbita terrestre baja.
«Boeing ha estado presente en todos los vuelos espaciales tripulados de Estados Unidos y nos honra que la NASA nos haya elegido para continuar con este legado», declaró John Elbon, Vicepresidente y Director General de Boeing para la Exploración del Espacio. «La nave CST-100 ofrece a la NASA la solución más rentable, segura e innovadora para acceder a la órbita terrestre baja desde Estados Unidos».
Dentro de la fase del programa que se centra en el transporte comercial de la tripulación, Boeing construirá tres naves CST-100 en su instalación de Naves Tripuladas Comerciales, ubicada en el Centro Espacial Kennedy en Florida. A principios de 2017, la nave se someterá a un vuelo sin tripulación, culminando con el primer vuelo tripulado hasta la Estación Espacial Internacional a mediados de 2017.
Boeing ha completado recientemente la Revisión de Diseños Críticos (CDR) y la Fase 2 de Revisión de la Seguridad de la Nave Espacial en la CST-100, convirtiéndose así en la única candidata para el programa de Naves Comerciales Tripuladas de la NASA que superó la CDR y completó todos los hitos en plazo y presupuesto.
«El reto de una CDR es garantizar que todos los componentes y sub-sistemas funcionen en armonía», ha explicado John Mulholland, Director del Programa de Naves Comerciales Tripuladas de Boeing. «La integración de dichos sistemas es clave. Ahora estamos deseando poner en funcionamiento la CST-100».