Los costes asociados a las medidas adicionales de seguridad que exigen las autoridades francesas están comportando la suspensión de algunos festivales aéreos.
El reforzamiento de la seguridad es una de las consecuencias derivadas del atentado terrorista que padeció Niza la noche del pasado 14 de julio, en el que fallecieron más de 80 personas arrolladas por un camión conducido por un presunto terrorista islamista.
Según informa la web francesa Aerobuzz.fr, ya se han suspendido tres festivales aéreos: uno en Marsella (13 de agosto), otro en el departamento de Savoya (25 de septiembre) y un tercero, que debía celebrarse el próximo 10 de septiembre en Mureaux. Las medidas de seguridad inciden en el establecimiento de filtros y controles a las personas que acuden al festival, lo cual incrementa los costes.
Además, el temor a que se produzca un nuevo atentado parece ser que ha comportado que una parte de los potenciales espectadores dejen de acudir a concentraciones masivas de publico. Lo cual incide en una menor recaudación, pues en Francia en casi todos los festivales aéreos se exige el pago de un entrada.
Aerobuzz.fr destaca que el festival aéreo que se celebró el pasado 25 de julio en el altipuerto de Méribel contó con escasa asistencia de espectadores, a pesar de que intervino la Patrulla de Francia.