El primer título de la temporada para Real Madrid y Atlético de Madrid se decidía en Tallin. Una temporada que vendrá cargada de novedades en la Liga, como es la destacada presencia de las apuestas deportivas, así como la marcha de un jugador histórico como Cristiano Ronaldo.
El Atlético golpeó primero
El partido llegaba con dudas sobre el Real Madrid. Saber cómo afrontaría el equipo la primera final de los últimos años sin Cristiano Ronaldo y sin Zidane era una incógnita. Las dudas se acrecentaron gracias a Diego Costa, que se inventó un gol de la nada en el primer minuto. El partido se ponía cuesta arriba para el Real Madrid, que reaccionaría en la primera mitad anotando el empate. El equipo del Cholo había reculado y le había cedido la pelota a un equipo que, cuando domina, es imparable. Y así fue. Cabe destacar la asistencia de uno de los mejores jugadores del Real Madrid durante el partido, Gareth Bale. Y es que el galés está llamado a ser el protagonista de una nueva temporada, en la era post-Cristiano.
La segunda mitad fue diferente
Los segundos 45 minutos sería ora cosa. Apenas se vieron intervenciones de Keylor Navas y de Oblak. Cambios significativos en cada equipo, con Griezmann fuera y Modric dentro.
Sergio Ramos no fallaría a su cita con el gol, anotando el penalti que pondría al Real Madrid 2-1 por delante en el marcador a falta de 30 minutos. Le tocaba reaccionar al equipo del Cholo, que lo hizo a través del mismo: Diego Costa. Marcelo cometería un error que desencadenaría una magnífica jugada rápida del Atlético que anotaría el 2-2 en el marcado, a falta de 10 minutos para el final. Un resultado que sería definitivo – tocaba prórroga. Aparecían los fantasmas sobre el equipo de Simeone, que ya había perdido dos finales con el Real Madrid en la prórroga y en los penalties. Pero esta vez, tocaba redimirse.
Una prórroga rojiblanca
El Real Madrid siguió dando regalos al Atlético, que es experto en aprovecharlos. Tiene mucho trabajo Lopetegui en este aspecto, ya que todos los goles del Atlético vinieron de errores defensivos. Saul Ñíguez anotaría el 2-3 en una volea extraordinaria, y Koke anotaría el 2-4 definitivo en un partido que estuvo marcado por la igualdad, los errores defensivos del Real Madrid, y un Atlético que sabe competir a las mil maravillas.
El Atlético de Madrid, candidato a todo
La final de la Supercopa de Europa también dejo claro que el equipo a batir en Europa será el Atlético de Madrid. La calidad de su plantilla, en el banquillo, sumado a los buenos fichajes realizados en el mercado de verano han hecho que todo el mundo del fútbol vea al equipo de Simeone como uno de los candidatos a levantar su primera Champions League. La final, en el Wanda Metropolitano, es la motivación de los rojiblancos para esta temporada.