Según la agencia de noticias rusa Interfax, el helicóptero volvía ayer lunes a la base aérea de Khmeimim tras entregar ayuda humanitaria a la ciudad de Alepo cuando fue derribado desde tierra. A bordo iban tres tripulantes y dos oficiales del centro ruso para la reconciliación en Siria, que fallecieron en el siniestro.
Rusia, un aliado tradicional del régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, anunció la semana pasada una operación humanitaria a gran escala en Alepo. En Alepo continuaron entre tanto los intensos enfrentamientos que se desataron en la noche del domingo entre rebeldes islamistas y tropas gubernamentales. Los insurgentes intentan romper el cerco impuesto por los soldados del régimen y crear una nueva ruta de abastecimiento para los combatientes sitiados en el este de la ciudad.
Alepo se ha convertido en el principal campo de batalla de la guerra civil siria. En julio, unidades militares del régimen habían cortado la última ruta de suministros de los rebeldes dejando incomunicados a entre 250.000 y 300.000 habitantes de la ciudad.