Así lo informó ayer lunes el Ministerio de Defensa ruso. «Después de cumplir su misión en Siria y durante la maniobra de aterrizaje en el ‘Almirante Kuznetsov’ un Su-33 se salió de la pista debido a la rotura del cable de frenado», informó Defensa en un comunicado.
El piloto se catapultó antes de que el aparato cayera en el mar y fue rescatado inmediatamente por los servicios de salvamento del portaaviones. «Los vuelos de la aviación del portaaviones prosiguen sus misiones», agregó la fuente.
El pasado 14 de noviembre otro caza, un MiG-29, también se estrelló cuando se disponía a regresar al «Almirante Kuznetsov», cuyos aviones participan en los bombardeos de las posiciones yihadistas en Siria desde hace menos de un mes.
El «Almirante Kuznetsov», que transporta en su cubierta los ùltimos MiG-29 -además de Su-33 y helicópteros de asalto Ka-52-, nunca ha estado en combate, pese a que fue botado hace ya 30 años.
Los expertos consideran que este vetusto portaaviones ha dado muchos quebraderos de cabeza a la Armada rusa desde que fuera sacado a toda prisa de los artilleros ucranianos tras la desintegración soviética.