La película Good Kill, protagonizada por Ethan Hawke y dirigida por el neozelandés Adrew Niccol cerró ayer las películas en competición en el Festival de Cine de Venecia. Se trata de una película ambientada en el año 2010 en la que un piloto estadounidense de F-16 que combatió a los talibanes en Afganistán, pasa a realizar el mismo trabajo pero de forma más relajada.