El pasado viernes 24 de julio el aeropuerto de Schiphol Amsterdam registró una fortísima tormenta, la más virulenta en los últimos 100 años, que complicó el tráfico aéreo y puso a prueba la pericia de los pilotos.
El pasado viernes 24 de julio el aeropuerto de Schiphol Amsterdam registró una fortísima tormenta, la más virulenta en los últimos 100 años, que complicó el tráfico aéreo y puso a prueba la pericia de los pilotos.