El pasado viernes 24 de julio el aeropuerto de Schiphol Amsterdam registró una fortísima tormenta, la más virulenta en los últimos 100 años, que complicó el tráfico aéreo y puso a prueba la pericia de los pilotos.
Según informan diversos medios, se llegaron a registrar rachas de viento de 75 millas por hora. Este vídeo del aterrizaje de un KLM 777-300ER es una buena muestra de los difícil que fue alcanzar la pista de Schiphol.